Softliner viene del inglés y significa «línea suave». Con este procedimiento, pretendemos imitar una línea sombreada hecha con sombra en polvo, ideal para el día a día, ahorrándote el tiempo de tener que maquillar tus ojos cada mañana.
El tratamiento es un poco molesto, aunque totalmente soportable. Por ello, empleamos una crema calmante que te ayudará a llevar mejor el tratamiento.
El día del procedimiento, haremos primero un diseño previo basándonos en tu forma de ojo y tus preferencias, después procederemos al tratamiento que se realiza con un dermógrafo con el que implantamos pigmento en la piel. Este procedimiento lleva alrededor de 2 horas y media.
Puede haber un poquito de inflamación el día de la sesión, pero podrás hacer vida normal.